Buenos días a todos!!
Hoy no es un día cualquiera para mí...Hoy es el día en el que me decido a abrir mi blog!
Llevaba tiempo pensando si lanzarme a la piscina o no, pero ahora que va llegando el buen tiempo he pensado que quizás el agua no esté tan fría y sea el momento adecuado.
Será un blog sin una temática concreta y sin una periodicidad exacta, porque soy de las que piensa que no hay que forzar las cosas, que todo tiene que fluir con libertad...y de esto es precisamente de lo que quiero hablaros en mi primer post.
Por escapar, así de claro.
Me sumergí de lleno en una carrera muy intensa, años y años centrada en los estudios sin coger aire de otro sitio.
Del no parar, de nervios, de prisas...a la nada...Darte cuenta en tu propia piel del panorama español para encontrar trabajo fue duro, muy duro.
Cuando al fin comienzo a tener un mínimo contacto con la vida laboral me doy cuenta de lo que realmente supone, horas y horas encerrada, sin la libertad creativa que esperaba y encima a cambio de nada...
Levantarme, coger el coche, tráficos, atascos, buscar aparcamiento, trabajar, comer en el trabajo, seguir trabajando, coger el coche de vuelta, cenar, dormir y vuelta a empezar...
Mi mente necesitaba salir de ahí y darle libertad, comencé a fijarme en lo anecdótico del día a día, en las situaciones cotidianas que pasan desapercibidas pero que si te acercas a ellas te sacan una sonrisa, y sin darme cuenta mi cabeza se llenó de ideas y creatividad.
Petiter ha sido mi vía de escape y una terapia que surgió antes de que yo la plasmase en un papel por primera vez.
Petiter supone para mí una forma de sacarle las cosquillas a la vida.
Petiter es mi pequeña yo interior.
Petiter me ha enseñado a que yo no me caigo, cojo impulso.